junio 30, 2008

Tres de azúcar


He tenido unos dias no tan buenos.
Alguien del pasado reapareció y cometí el error (ahora se que lo fue) de contarselo a Anita. ¿No se trata acaso de eso? ¿No se trata de desterrar los secretos y ser transparentes?

He descubierto que Sabina tenía razón... qué necesarias son las mentiras!... Si algo te ocurre, y no es importante, si no trastoca tu itinerario emocional, déjalo pasar, tómalo con tres de azúcar.
Estoy triste, aunque reconozco que no es novedad saber que voy perdiendo la batalla de la confianza.

Las madres siempre tienen la razón en cosas de la vida. Ella deberían escribirla, hacer un manual. Si no aprendemos de ellas no sabremos afrontar los problemas. Pero, yo hablo de las madres cuando ya dejaron de creerse madres, cuando simplemente lo son. Generalmente ocurre con las que ya solamente miran a los hijos darse vuelta en sus pesares, y luego se levantan se te acercan y te lanza la respuesta en un naipe. Generalmente también, nunca le hacemos caso, hasta que vemos cumplir sus presagios, cual bruja.

Cuentame tus historias espirituales. De esas también se aprenden.

Un beso enorme.

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