noviembre 22, 2009

A veces muy contentos

Hace algunos días escribí una canción (después de siete meses) a la que he llamado "Yo no sé si pueda". Es extraña la historia de esta canción y te la voy a contar. Es una canción de amor, así fue concebida. Escribí la letra en una tarde y luego de varios intentos la abandoné porque no podía ponerle música. Esa misma noche, mientras calentaba la leche para Camila, cogí la guitarra y la música apareció como una brisa. Era una canción de amor, pero no sabía ciertamente qué quería decir con ella.

Al día siguiente, conversaba con Javier Lazo, un amigo cantautor, y él me dijo algo que me puso muy triste. Me dijo: "Me siento desanimado, siento que la música que hago no le gusta a nadie, que todos los esfuerzos que hago es como si no hiciera nada". Y entonces caí en la cuenta de que yo había estado pensando lo mismo la noche que escribí esta última canción.

Me cuesta mucho ser cantautor. Me cuesta más serlo y no dejar de ser yo mismo. Cuesta seguir escribiendo "canciones buenas" para que nadie las compre, cuesta no envidiar el éxito de otros que hacen canciones para alimentar su éxito y no dicen nada, y nunca dicen nada.

Así me he sentido estos días. De esto hubiera querido hablarte así como tú dices: sin abrazarnos, frente a frente, sintiéndonos tristes y a veces muy contentos. Pero, mejor hubiera querido contártelo y que luego me abraces muy fuerte, aunque sigamos sintiéndonos tristes o a veces muy contentos, aunque sólo a veces.

julio 19, 2009

Te oigo...

Querido Raffaele:
Estoy escuchando tu voz. Es una entrevista de febrero de este año. Están en Ecuador, un día antes de su presentación en el teatro Sucre. Estuvieron tan cerca otra vez, y otra vez siento esa tristeza de no poder estrecharles mis manos y el alma.
También están traspasando una puerta. Es como despedirles desde un lado de esa puerta y no saber hacia dónde van... en realidad, sí sé a dónde van, pero también sé que tal vez me quedaré lejos. Estoy sentado en un asiento del último vagón del Trencito, contento porque la música suena fuerte a mi lado. Desde la ventana les veo, te veo, les oigo, tan presente, tan en vivo, como ahora.
Algún día será frente a frente, y hablaremos de los huevos cuadrados, y de los sueños, y de los huaynos, y del canto de los Qollas.
Te abrazo fuerte

julio 12, 2009

Ave y pez

Waits - Brennan / Adapt: E. Mesías

Quizás sea una de las canciones más bonitas de Tom Waits. Ésta es mi versión en castellano.

El pirata bebió otra copa
y le oyeron hablar
de un mundo perdido en el mar
y una historia que nadie escribió:
la gaviota que se enamoró
de una gran pez nadador.

"Tú no puedes vivir en el agua
yo no puedo saltar
y en el cielo contigo volar
pero fíjate bien desde allí
un espejo es mi mar para ti
tu reflejo estará junto a mí
y en tu luna sonreiré

Y no llores, no
no hace falta el dolor...

Aunque el tiempo cambie mi rumbo
me podrás esperar
y en mis brazos te puedes quedar
y sentir que amanece otra vez
que en tus ojos comienza a llover
que te siento conmigo crecer
dentro, en mi corazón"

Fish & Bird
Alice - Tom Waits.
©2002 Anti, Inc.

julio 05, 2009

Entierro de niño

A propósito de los niños muertos por el friaje.
"Ritmos cadenciosos acompañan al niño en su viaje al mundo de abajo. Se tiene que acelerar esta separación antes de su descomposición, y el tono de funeral subraya que esta ineluctabilidad es una injusticia más, que se añade a las heladas y a la miseria, a la naturaleza y a la historia."
Sebastiano Sperandeo.
Canto aymara recogido por Sperandeo en 1984 en un entierro de niño en Puno.
Aukilita lichusita
uk'amakija jachaskija
aukilita lichusita
kaukinakiwa jachaskana
Aukis taikas sirviñaja
ch'amakiwaya sakiw sista
aukis taikas sirviñaja
wali ch'amaw sakistaja
Aukis taikas jachaspana
aukis taikas aruspana
aukis taikas jachaspana
aukis taikas jachaspana
Sakiu sakiu saraujta
sakiu sakiu pasaujta
aukis taikas sirviñaja
ch'amas sakiw puriniujta
Aukis taikas sirviñaja
k'itis sirvisk'anista
aukimaqui jachask'ana
taikamaqui jachaskana
Sabia lechucita
así nomás sufrimos
sabia lechucita
donde sea así sufrimos
Me dices que atender
a los padres es difícil
me dijiste que cuidarlos
es muy difícil
Que nuestros padres padecen
que nuestros padres sufren
que nuestros padres padecen
que nuestros padres padecen
Así diciendo te vas
así diciendo pasaste
viniste diciendo que
servir a los padres es difícil
A los padres hay que servir
y quién se compadecerá de mí
sólo tu padre llorará por ti
solo tu madre llorará por ti.

junio 28, 2009

Aprendiendo a parir

"Un día el marido de una señora embarazada se fue a su chacra, a sembrar maní, y le dice a su mujer, quien se encontraba en los días del parto, para que vaya a ver su siembra, porque ella tiene que dejarlo probando pues ya tenía que morir, la señora se iba sola por el camino en dirección a su chacra, y encuentra a una rata que se convierte en una persona, y la rata le dice a la mujer que le de una parte de su chacra para que ella pueda comer y a cambio le ayuda a dar a luz, y ella acepto. Por eso aprendió la mujer a amarrar el palo atravesado para que se pueda afianzar, para eso la rata pidió ayuda y llamo al conejo, añuje, majaz, cuy y al punchana. Pero el conejo le dice no puedo ayudarla, porque se hinchará su vientre cuando da a luz y sangrara mucho. El cuy le dijo yo no la agarro porque yo tengo mis hijos muy seguido, el majaz le dijo no te ayudo porque yo no me puedo levantar rápido cuando doy a luz, entonces el añuje, la rata y la punchana ayudaron a la señora a dar a luz, entonces el añuje toca la cabeza de la mujer y lo notaba que estaba caliente, uno lo agarra de los brazos hacia arriba y el otro agarra de la cintura, y al final la mujer dio a luz; cortaron el cordón umbilical con la morona, después la mujer y el bebe volvieron a la casa y la mamá lo envolvió en hojas de plátano. Luego la rata le aconsejó que al bebé lo debe tener cerca de la candela, le debe dar de lactar, y comer, pues hasta ese entonces la mujer no sabia dar a luz".

Relato de partera wambisa

junio 21, 2009

Lo que queremos

Aquí vivió mi padre, mi abuelo y el padre de mi abuelo. Aquí he vivido yo desde siempre; aquí han vivido mis hermanos, mis hermanas y viven sus hijos. Todo lo que necesitamos para vivir está aquí, incluso, lo que necesitamos para morir. Este lugar se llama "El Hogar".
Un día llegó un hombre a El Hogar cargando mucho equipaje, maletas grandes, y algunas máquinas de hacer quién sabe qué. Cuando me acerqué a preguntarle quién era, dijo llamarse "Señor Estado". "Este lugar vamos a dividirlo en tres partes -me dijo-. La primera parte será para que vivan los animales, y la gente sólo podrá entrar para visitarlos, así protegemos su integridad. La segunda parte será para que vivas tú con tu familia y tus vecinos. Nadie podrá entrar para fastidiarte porque será únicamente de ustedes. Y la tercera parte -continuó- será para mí. Es decir, será para todos. Trabajaremos esta porción de El Hogar para tener mucho dinero e invertirlo en cosas que nos beneficien a todos"
"¿Y eso quién lo decidió?" -pregunté. "Eso está escrito aquí" -respondió mostrándome un papel. "¿Y eso qué es?" -volví a preguntar. "Esto -me dijo dignamente- se llama "La Ley" y lo que dice La Ley se cumple sin regañar". "Nosotros sólo cumplimos lo que nos enseñaron nuestros padres, lo que nos ha enseñado El Hogar, lo que todavía nos enseña" -le respondí. "Sí, claro, eso está bien -insistió- pero ahora es momento de pensar en todos los demás, y esto que manda La Ley es para el bienestar de todos los demás". "¿Quiénes son "todos los demás"? Nosotros somos todos los demás -contesté-, siempre hemos sido nosotros y siempre hemos sido felices". "Todos los demás -dijo- son toda La Nación". (La Nación -pensé- yo he escuchado hablar de ese lugar. Tienen un bandera y una canción que hemos aprendido todos a cantar. Nos han dicho que todos somos parte de La Nación") "Pero ellos no viven aquí -respondí- nosotros vivimos aquí y nadie nos dijo que esto iba a pasar". "Esta bien, esta bien -dijo- hagámos una cosa: me voy a llevar La Ley y más tarde regreso para discutir esta tema contigo y tus amigos".
El señor no regresó. Nos dejó sus maletas y sus máquinas. Aparecieron otros hombres que empezaron a usarlas para trabajar esa tierra y cuando fuimos a preguntarles nos dijeron que no sabían nada, que ellos solo trabajaban.
Hoy hemos ido a otra ciudad porque se han juntado otros pueblos allí, porque les está pasando lo mismo. Hay una persona allí a la que debemos seguir, según dicen, porque es el que sabe de estas cosas. Él ha dicho que tenemos que ir a pelear como han peleado nuestros abuelos cuando han defendido su tierra de otras tribus. Eso es lo que vamos hacer, eso es lo que queremos...

junio 14, 2009

Amar así

Por algunas cosas no quiero pasar. Perder la vista, una mano, un riñón. Dejar de ver a alguien a quien amo, dejar de abrazarlas, de besarlas. No tener memoria, palabras, números, cordura. Ser golpeado hasta distinguir la sonrisa de una hormiga a diez centimetros de mi ojo derecho. Ser arrebatado de mi tiempo-espacio sin pedir permiso ni permitir explicación. Sufrir el frío hasta sentir estallar mis pulmones y mis ojos girar en círculos en distintas direcciones. Oir tu voz inculpándome. Mirar tus ojos llenos de odio. Aceptar que jamás me perdonarás...
No quiero pasar por el odioso segundo del temor. Buscar a Dios y saber que no existe. Saber que existes y no encontrarte. Saber que puedo encontrarte y no querer buscarte. No quiero ser discriminado, olvidado, despreciado, disminuido, inmovilizado, apartado, silenciado, aislado, condenado, perseguido, requisitoriado, señalado, difamado. No quiero pasar por el llanto sin entender los ruidos que me rodean. Quedar sin voz. No tener tu voz. Amar así...

junio 07, 2009

Crecer (asuntos de un trovador)

Revisando (a propósito de mis post anterior) la correspondencia virtual entre Raffaele y yo, encontré este mail que le envié por esos años (2004 -2005) y que explica el momento preciso en que mi trabajo musical se llena de nuevos elementos y de ritmos nuevos y cercanos. Fue emocionante volverlo a leer.

Hola Raffaele:

Después de tiempo me he sentado ha escribirle a todos mis amigos y tenía que escribirte algo a ti, ya que el azar nos robó nuevamente la posibilidad de conversar frente a frente.
Me quedé con la enorme curiosidad de saber qué los trajo por aquí... siempre se vuelve a las cosas iniciales para refrescarlo todo. Aunque, tal vez, los Andes no fueron tus inicios, pero imagino que fueron por un poco más de pintura (alguna vez comparaste tu oficio con la del pintor)
Te comentaré que he retomado mi viejo oficio de cantante trovador... (siempre se vuelve a las cosas iniciales para refrescarlo todo) que ha sido lo que siempre he hecho, aunque algunas otras actividades hayan distraído mi vocación. Y aquí está la razón de mi acercamiento a la música tradicional. A pesar de que fue un acercamiento no casual, no fue por mi oficio de cantautor que estudié la música folklorica, sino por la carrera que había elegido y que trata de iniciar a los niños en el mundo de la música pero desde las tradiciones de su pueblo...
Entonces mis canciones comenzaron a tener nuevos sonidos y yo no me estaba dando cuenta, hasta que tuve en mis manos una canción que tenía cierto ritmo a landó... ¿yo? ¿haciendo música peruana? ese no había sido mi objetivo. Entonces pensé que no era mala idea si mi espíritu me estaba empujando por ahí. Comencé a oír música criolla, cosa que no me fue difícil teniendo un padre más criollo que los picarones... pero te confesaré que poco he reaccionado ante los valses y las marineras... éstas últimas me llevaron a la música negra, y he tenido buenos resultados, me gusta mucho ese ritmo. Tiene de sensualidad y de poesía, y también de dolor. Toda la música del Perú tiene de dolor.
Ya había escuchado, desde niño, música andina, pero cosas sin valor, como la música boliviana comercial de los '80. Y también a los chilenos, aunque estos sí tenían méritos musicales importantes, así como los grupos peruanos de fines de los '70, Alturas, Pukasoncco, Tiempo Nuevo, Del pueblo... etc. Pero todo eso no era tan original. Y empecé la búsqueda de las raíces. En este camino me he topado con gente maravillosa que ama la música tradicional, como tú, y que han venido a iluminarme el panorama... aunque mejor que eso han sido los pequeños viajes que he podido hacer tratando de capturar y conseguir cosas que me alimenten el asombro. Entonces vino Huaraz, Ayacucho, Huancayo, Arequipa, y mi última aventura que fue Paucartambo, y de la que te conté lo maravillado que quedé con el canto de los Qollas.
He cesado por ahora mi búsqueda, porque ya siento que las canciones se me derraman de la cabeza y quiero ver qué cosas nuevas aparecen después de la experiencia andina que, te aseguro, no acabará aquí.

Un abrazo enorme, enorme.

junio 02, 2009

Cuando el gallo no cantó

Hace algunos años viajé a Ayacucho a escuchar conjuntos de "Pum - Pin", que es el estilo de carnaval que se canta en la zona de Victor Fajardo. Me sorprendió oirles cantar acompañados de una batería electrónica en medio de las guitarrinas de metal y los charangos. Le escribí a Raffaele Clemente, un querido amigo italiano, conocedor de la música andina, contándole lo que había encontrado en Ayacucho, y él me respondió con este e-mail que revela el grado de locura de mi buen amigo.

06 de febrero de 2004


Estimado Enrique,


Para empezar te hago llegar un saludo cariñoso desde aquí...


Bueno, eso afortunadamente ¡no depende de mí! ja ja ja... Es el fruto de la perseverante condición de "Alienación Cultural" en la cual versan desde siglos los Pueblos Andinos. La "Inconciencia" (ignorancia) del Pueblo da lugar a las "coincidencias" que bien conocemos. Algunas veces los cambios vienen "para bien", y otras (la mayoría) para el mal de esta música y cultura.


Las coincidencias son siempre "sorprendentes". Es su misma naturaleza que lo impone, de lo contrario: ¿Qué coincidencias serían? Y en la tela arácnida de los "destinos inter-activos" de cada cuerpo cósmico, la cantidad de "coincidencias" que se perciben ¡es ridicula! Sin embargo, a veces los eventos son tan "eclatantes", "plateales" que hay que ser ciegos para no verlos. En estos casos el hombre se entera y hasta llega a espantarse, grita: «¡HAAAAAA! ¡Coincidencia! ¡Deja vú! ¡Increíble! ¡Metafísico!»; en algunos casos dice "¡Sagrado! Es una manifestación de Dios"... etcétera. Cuanto mas sorprendentes son las "coincidencias", cuanto mas "creíbles" y mistificables.


Una vieja pero siempre actual metáfora es la del "Eclípsis Solar": ¿Cuántas cosas se mueven en un Universo para dar lugar a un Eclipse? Una cantidad infinita (concepto abstracto) Por ejemplo, solo para citar las más simples y "conocidas":


La tierra tiene que girar alrededor del sol, ¿pero quién se da cuenta? También tiene que girar sobre ella misma, ¿acaso tú percibes este movimiento rotatorio?


Alrededor de la tierra tiene que haber un satélite (la luna) que, a su vez, gire alrededor de ella, y sobre si mismo. ¿Cuál hombre mira a la luna pensando que ella está simplemente girando sobre su propio eje? ¿Cuántos piensan en la luna en pleno día? Prefieren pensar al "astro de los enamorados" o si está llena o media o un cuarto, si eso te hará crecer o caer el pelo o te pondrá de humor romántico, al horóscopo zodiacal, etcétera.


Al final viene un eclipse solar, y para colmo "diurna", un evento de absoluta "visibilidad"; ¿coincidencia? Yo digo: «No.»


Los antiguos, frente a ese iIncreible" espectáculo gritaban: «¡HAAAAA! Dios está emputado con nosotros! ¡Nos vamos a morir todos!!!...» Ese es un aspecto, el otro es aún mas torpe: «Atribuir a una concomitancia de eventos con interrelación de séptimo u octavo grado la directa procedencia de los hechos». Esto le ha pasado a muchos científicos del pasado. Ellos observaban la realidad y creaban "relaciones" y/o "concurrencias" entre eventos que no tenían nada que ver. Sacaban "conclusiones" donde estas últimas no existían, y sobre los primeros ladrillos de aquellas "conclusiones" construían muros de razonamientos errados.


Un poco como la historia de aquel gallo que estaba convencido de que si él no cantaba el sol no salía y no venía el día. El pobre animalito, desde su pequeñez, se había cargado de una responsabilidad enorme, que de ninguna manera hubiera podido sostener. Sin embargo él estaba absolutamente convencido y seguro de su "teorema" hasta que una mañana se quedó dormido. Al despertarse se sintió morir. «¡HAAAAAAA! ¡Me quedé dormido, estoy atrasado! ¡Aquí afuera debe estar hecho todo un caos! Tengo que salir inmediatamente a cantar... »


Y así diciendo sale del pollero y... era una mañana soleada y cálida... y todo el mundo estaba feliz. ¿Sabes cual fue entonces el primer pensamiento que cruzó la cabeza del gallo?: «Ufff... ¡Mira qué afortunada coincidencia!»


Un fuerte abrazo


Raffaele.

mayo 24, 2009

Como una sentencia

Algo yo recuerdo de mi juventud temprana (porque me considero joven aún), me refiero a mis primeros años de vehemencia y libertad. Algo que no debiera olvidar nunca, y que con seguridad, tuvo que haber señalado el curso de mi vida afectiva de los años posteriores.
En realidad, en ese momento no tenía las palabras para explicarlo, es más, yo nunca tuve las palabras para explicarlo. Algunos años después se lo oí decir a Omar Camino.
 
Fue de pronto, sin querer, como una brisa que llega a tu rostro trayéndote los aromas de las algas y las caracolas, como un soplo. Estaba mi buen amigo delante de mí, cantando la más bella de sus canciones, diciendo en un solo verso la lección que mis años de nobel enamorado habían aprendido y que no había podido explicar nunca en palabras... Omar me la regalaba en forma de poesía: "...para olvidar es preciso saber que nadie nunca nos pertenece".
 
¿Te imaginas cuántas noches de desamor, de dulce tortura, de cielos ennegrecidos, de musas secuestradas, de corazones arropados de decepción, de locuras acechantes, de fantasmas perturbadores, de lúgubres sueños, de sudores quemantes, de lágrimas hirientes, de fotografías rotas, de cartas incineradas, de amar eternamente, nos habríamos ahorrado si tan solo guardáramos en nuestra mente esta frase como una sentencia?

mayo 17, 2009

No puedo renunciar

Puedo renunciar a ser esperma.
Puedo renunciar a ser niño u hombre.
Puedo renunciar a ser sabio o aprendiz.
Puedo renunciar a ser infinitamente libre o eternamente esclavo.
Puedo renunciar a ser músico, poeta o fabricante de mitos.
Puedo renunciar a tu cuerpo y a tu historia.
Puedo renunciar a ser heterosexual.
Puedo renunciar a ser gay.
Puedo renunciar a mi nombre, y al tuyo.
Puedo renunciar a mis manos y a todo lo que ellas construyen.
Puedo renunciar a mis pies y al más pequeño de mis vellos.
Puedo renunciar a la sangre y a mis venas.
Puedo renunciar al sudor nocturno y a los jadeos.
Puedo renunciar al abrazo y a los gestos.
Puedo renunciar a la palabra.
Puedo renunciar a mi voz.
Puedo renunciar a los acordes y a la escala.
Puedo renunciar al fracaso y a la meta.
Puedo renunciar al camino y a los que vienen luego.
Puedo renunciar a la canción.
Puedo renunciar a lo imposible.
Puedo renunciar a la justicia y a la verdad.
Puedo renunciar a Dios.
 
Pero, cuando llegue su momento, a tres cosas no puedo renunciar,
a ser Hijo, a ser Hermano, y a ser Padre.
 

mayo 11, 2009

Janabeni

Escribí esta canción después de leer el testimonio de este poblador asháninca sobre la cosmovisión de su pueblo amazónico:

"Cuando el alma del muerto sale del cuerpo tiene que saltar, brincar, para pasar por el medio del fuego ardiente. Entonces, cuando pasa por este fuego ya está purificado. Luego sigue su camino hasta pasar a los espacios donde se ven las nubes (Menkoreenka). Más arriba de las nubes hay un espacio, tierra invisible para ellos, que se llama Janabeni. Allí va a vivir con los seres más buenos, tratables, llenos de cortesía, de respeto. Ahora sí vive tranquilo, goza tranquilo, todo goce es para él. Tiene su casa que nunca va a ser destruida, que nunca se va a podrir. Ahora vamos a contar qué pasa cuando mueren los que tienen relaciones sexuales con su familia cerca, que matan a sus paisanos, que roban a sus paisanos, que mienten, engañan, desobedecen. Cuando mueren, en su conciencia no pueden pasar este fuego ardiente ni tampoco ser aceptados donde están los seres más purificados. Entonces dan vuelta ahí mismo donde están sepultados. En ese sepulcro pueden tomar la forma de cualquier ave, de un añuje, de un venado… El venado de cuello largo es su alma. A veces, el perro de grandes ojos salientes y hocico torcido es el alma de un hombre que convivía con su hermana. Ahí dan vuelta, vuelta, vuelta. No sé cuánto tiempo van a existir, seguramente otros espíritus los matarán para que no aumenten. El espíritu de los tabaqueros también los mata. Si muere un animal, puede ser alma de ave, alma de venado, alma de ganado vacuno, no es necesario que su alma transite, ahí se pierde. Seguramente estamos aspirándole un poquito."

Eusebio Laos Ríos, poblador Asháninca.

Si quiero llegar (Janabeni)

Si quiero llegar he de brincar,
Y purificar el corazón
Seguir el camino entre una nube,
Y beber del agua que te da
Días que no acabarán jamás.

Mi casita no se va a podrir,
Y mi amigo será un buen señor;
no volveré a oler la oscura tierra,
ni el sabor amargo del dolor,
y dejarme muerto el corazón.

Si encuentro la muerte en mi camino
Pasaré entre el fuego hacia el calor del amor.

Si quieres llegar has de sufrir,
Tu alma ya no puede descansar;
En tu mente hay voces que te gritan,
Y en la bruma de tu soledad,
Algún animal por ti vendrá.

Gira y gira en tu mismo lugar,
Gira hasta que el cuerpo se te irá;
Serás como un perro de ojos turbios,
Y del barro al viento volarás,
Y los niños te respirarán.

Si encuentras la muerte en tu camino
No será más pena que el llorar sin final.

mayo 03, 2009

Urpipusay

Muchos amigos me han preguntado qué significa el nombre que uso como nick en los espacios de Internet. Y yo les cuento eso que escribe Alfonsina Barrionuevo sobre el pueblo de Chinchero (Cusco), y que reproduzco a continuación: 

“En los ayllus se practica el sirvinakuy o matrimonio de prueba, en su forma más pura. Los taitas deciden el casamiento de sus hijos. Si tienen descendencia y se comprenden continúan unidos. De otra manera se separan. Su palabra es ley. 

El sirvinakuy se ajusta a un ceremonial muy antiguo y tiene una serie de prolegómenos.

Primero es el rimanakuy o pedido de mano. Si llegan a un acuerdo oficializan el noviazgo en el tiyarichikuy, comida a la que asisten los parientes de ambos, menos los interesados. Luego vienen las fiestas del sirvinakuy que duran ocho días, y al cabo se trasladan las pertenencias de la novia en la ceremonia del atichikuy a la casa de su flamante esposo. 

El urpipusay o rapto de la paloma es el acto final en que la joven es llevada poéticamente en una ronda de flores, bailando en cada esquina, despidiéndose de la vida de soltera.

Al tercer día los padrinos dicen sus deberes al hombre y a la mujer y se inicia la vida conyugal que se rompe casi siempre con la muerte. De tiempo en tiempo las parejas bajan al pueblo y entran en la casa de Dios con sus ramos de gladiolos después de haber probado su amor con varios hijos.” 

Barrionuevo, Alfonsina. Cuzco mágico. Lima: Editorial Universo S.A.; 1968. 

Y termino diciendo: “Cuando Anita y yo decidimos casarnos, imaginamos para nosotros este ritual, en donde, por la magia del amor, una paloma llega a mi casa llena de música y de flores”.

abril 26, 2009

El canto de los edruxym

Los pobladores edruxym que vivían en Deg’cam, la ciudad moderna construida por Ajymom durante sus viajes de conquista, no cultivaban a Tierra. Los hombres y mujeres vivían de los animales que los guerreros edruxym cazaban y traían de las montañas y el bosque de Syr a run. 
Ocurrió, durante los años de las batallas por la liberación de Nat -cuando Deg’cam era la única ciudad donde vivían pobladores edruxym- que ya no llegaban guerreros edruxym trayendo animales para el alimento diario, y la población comenzó a sufrir hambre. Los pocos animales que habitaban entre los árboles del bosque de Bor’juepyl huyeron a la caída de la catarata Utym’pud y habitaron la espesura del pantano Cet’bok. Existe en los bosques del pantano un touk’zet[1] al que le llaman “CetTouk”[2], y que protege el pantano de los invasores y cazadores de animales. El CetTouk acogió a los animales que huyeron del Deg’cam y les permitió quedarse entre sus árboles. 
Sin poder soportar más el hambre, los pobladores edruxym decidieron ir en busca de los animales al Cet’bok. Al llegar al final del Bor’juepyl cerca del Utym’pud, los pobladores edruxym entonaron un canto de agradecimiento, golpeando fuertemente sus muslos y agitando unas sonajas de semillas. Los edruxym eran también buenos cantores, y sus melodías eran de frases largas y sonidos graves y roncos como rugidos de puma. Así entonaron su canto hasta que consiguieron la compasión del CetTouk, que dejó ir a los animales de regreso al Deg’cam junto a los pobladores edruxym.


[1] “touk’zet”: espíritu de paz.

[2] “CetTouk”: Espíritu del Pantano.

abril 19, 2009

Libélula

Se supone que este es un blog literario y no publico nada que no sea eso. He publicado letras de canciones mías porque me he creído eso de que las canciones son también poesía. Lo cierto es que no he publicado aquí nada que no haya sido literatura, y letras y más letras. Hasta que me encontré con esta canción.

Es una canción publicada por Ana Torroja en un disco suyo no tan reciente. Pero ésta es la versión de la cubana Haydeé Milanés. ¿Y la letra de la canción?... No.

Aunque la letra es muy bonita, es la voz de Haydeé la que me parece dulce y locamente poética. Es su timbre y su energía la poesía de esta canción.

Se las regalo.

abril 12, 2009

A ti sí te extrañé...

¿Se puede adjudicar una añoranza? ¿Las evocaciones se imponen? Tú piensas que se ganan. Yo te he dado la razón. Porque si algo debo reconocer, es que te he extrañado fuertemente estos días.

Han sido los días del desmoronamiento emocional; los días del toma tu premio pero más tarde te lo tendré que quitar; los días del triunfo de la justicia pero con sacada de vuelta; los días del tercer día, de la resurrección; y también han sido días -o mejor noches- de discusiones improductivas y de tolerancias esmirriadas. Y entonces, tu mensaje de texto llegó como una soga anudada para sacarme del hoyo de la impaciencia.

Lo sé. El mensaje no decía nada especial, más aún, ni siquiera le hice caso a tu recomendación; pero fue un mensaje de alarma, un mensaje ¿qué haces? ¿por qué tanto desorden? Y te extrañé. A ti sí te extrañé. Fué natural, como el brote de una flor o la caída de la primera gota de lluvia. Nadie lo impuso, nadie llamó insistentemente. De pronto me di cuenta que hace mucho tiempo que no estabas; que hace mucho tiempo que no te he visto y no te he hecho renegar; de pronto me di cuenta que necesitaba hablarte y contarte mis penas, y no estabas... por eso, como se apaga la flama de una vela consumida, te he extrañado.

Al mismo tiempo me he sentido feliz. Decidiste alejarte del grupo porque tu camino era otro y nadie te lo ha impedido, pero te extraño. Extraño tu salón, extraño tus bailes alegrones, extraño, sobre todo, discutir sobre la existencia de las cosas y de las manos de los ángeles. Extraño jugar Bigote contigo y escucharte decirme "chochera, ¿hay reunión?"... 

Las añoranzas no se imponen, eso aprendí de ti. Te extraño porque te ganaste con sabiduría lo que otros pretenden hacerlo con exigencias... te extraño porque quiero.

¡Palméame el hombro cuando me distraiga; invitame de nuevo a ver NatGeo...!

abril 05, 2009

En el momento del ocaso (marzo 1992)

Mi madre estaba enferma. Lo digo sin tapujos. También puedo decir que eso trajo demasiados cambios en la familia. Mi padre se quedaba sin trabajo a causa de la edad, y ya antes había gastado todo lo que le quedaba en los tratamientos del cáncer que un año después se llevaría a mi mamá. Ese sería, además, el último año que estudiaría en el colegio La Merced. Mi padre ya no tenía suficiente dinero para mantenerme allí, y yo había dejado de ser el alumno ejemplar de los primeros años, la guitarra me había llenado de tal forma que no quería hacer otra cosa que tocarla, siempre, hasta altas horas de la noche; de modo que cualquier sacrificio de mi padre por mantenerme en ese colegio no valdría la pena.

 

Sin embargo, disfruté el cuarto año de secundaria. Los amigos de mi aula hicieron que me llevara el mejor recuerdo de la secundaria. En especial uno, al que llamábamos Pitty y que tenía una admiración notable por Los Prisioneros. El más grande de sus sueños era formar una banda de rock de las grandes, no como aquella que hicimos con otros amigos y que jamás tuvo un nombre verdadero ("Teoremas" y "Sostenes abajo" fueron algunas propuestas) Pitty y yo salíamos del colegio y nos encerrábamos en su habitación, guitarra y órgano, y cantábamos hasta la noche. Todas ellas fueron las mejores tardes de ese año.

 

Pitty se fue a Miami con su familia, para siempre. Alguna vez volvió. Alguna vez también, nos sentamos en un café a escudriñar nuestro pasado adolescente. Pero ya éramos adultos.

 

Escribí muchas canciones para este dúo soñador. La más hermosa es ésta porque tiene el color y el olor de ese año. A veces pienso que es una canción naranja, como el ocaso, y que en ella puedo encontrar todas esas tardes que le dieron color a 1992.

 

En el momento del ocaso

Cuando las nubes no respondan tu tristeza

Y las palomas callen el eco de sus alas

Habrá una lágrima naciendo con la noche

Y una luz inventando el amanecer.

 

En el momento del ocaso

Cuando el cielo rompa su misterio oscuro

Y las estrellas muestren su sonrisa ajena

Caerá el rocío de las flores transparentes

Y el mar silente, y el alma y la conciencia.

 

Pregunta si esta noche no termina,

Si en los campos se consumen tus andares,

Si el amanecer va llegar a tus oídos

O a los de otros que no viven de cantares,

Si tu guitarra ya no soltará un sonido.

Pregunta si tu canto se abre paso,

Si la mente no responde a los sentidos,

Pregunta, en el momento del ocaso...

 

En el momento del ocaso

Cuando las nubes no respondan tu tristeza

Y las palomas callen el eco de sus alas

Habrá una lágrima naciendo con la noche

Y una luz inventando el amanecer.

marzo 29, 2009

Estos días sin ti (agosto 1999)

"En busca de un sueño" es la primera canción de uno de mis discos favoritos de Silvio. La gracia es que repite todo el tiempo la frase "... en busca de un sueño esto, en busca de un sueño lo otro..." y aún así la canción se desenvuelve hermosa y pacífica. Realmente era todo un reto para un compositor que ya no se creía tan nobel, como yo, y que además tenía claro (hoy ya no tanto) que podía copiar con facilidad a los grandes, quiero decir, en lo que respecta a estilos y trucos musicales.

 

Entonces me enrumbé en la tarea de escribir una canción que repita constantemente una misma frase ("... estos días sin ti") pero que no caiga en la monotonía, y que además se desenvolviera igualmente hermosa y pacífica. El resultado fue esta canción (para extrañar a alguien que estaba lejos, y cuya importancia se ha desvanecido) que tiene la magia de transportarme al claroscuro de las madrugadas de agosto del '99, junto a la Dominga, compañera, mujer de madera.

 

Estos días sin ti

Duelen en los ojos,

Estos días sin ti

Fantasmas y locos.

Estos días sin ti

Apresan mis labios,

Estos días sin ti

Estos días amargos.

 

Estos días sin ti

Se lavan las manos,

Estos días sin ti

La guitarra se aleja.

Estos días sin ti

Que no me has amado,

Estos días sin ti

Me odian, me dejan.

 

Estos días sin ti

No tienen recuerdos,

Estos días sin ti

Son lívidos sueños.

Estos días sin ti

Sin dioses ni aves,

Estos días sin ti

No entiendes, no sabes.

 

Estos días sin ti

Disparan dolores,

Estos días sin ti

No quieren besarme.

Estos días sin ti

Me arrancan tus flores,

Estos días sin ti

Desean matarme.

marzo 22, 2009

Al borde (1994)

Es una canción rabiosa, llena de odio. La escribí para terminar de sacarme a una persona de la cabeza, donde se alojan los amores después de sacarlos del corazón. El ritmo me encanta porque fluyen en él las tiernas melodías de la trova cubana y todo lo que bebí del rock en español de los '80.

 

Algunas personas muy sentimentales creyeron que la había escrito para mi madre, seguramente por el interminable "extraño" repetido a lo largo de la canción, y que sugiere la imagen de alguien que extraña furiosamente a una persona que ya no está. Pero, desde el fondo de la canción, desde su alma misma, emerge el desconcierto, el asombro ante todas las situaciones que la canción nos presenta: "Es extraño saberte frente a mí, es extraño oírte, ver tu rostro, mentirte, desnudarte, odiarte, alimentarme de ti, morirme, invocarte... todo eso es extraño después de no tenerte". ¿Qué será lo que quiso manifestar mi espíritu realmente?

 

Extraño saberte frente a mí

Extraño oírte

Extraño asomar el rostro y ver tu rostro

En la mañana.

Extraño encontrar un buen final

Extraño mentirte

Extraño arrancar de tus sueños mis temores

Y cantártelos.


Buscaré en el centro del jardín

Buscaré al borde de mí.


Extraño desnudar tu inmensidad

Extraño odiarte

Extraño descifrar la luz que traen tus manos

Sin soplártelas.

Extraño alimentarme de tu piel

Extraño morirme

Extraño invocar tu plenitud en mi noche

Te extraño.


Buscaré en el centro del jardín

Buscaré al borde de mí.