julio 17, 2008

Camila como la estrella


Camila como la noche. Camila como la estrella.
Camila como la hora solitaria de la madrugada húmeda,
Camila y algunos recuerdos de perros y gallos,
apoyado en la ventana fría, feliz de ser el único,
rezagando el sueño, descalzo, en pantalones cortos,
niño, debilucho...

Camila y el canto de los gallos a lo lejos,
¿dónde estarán? ¿quién responde a quién?
Camila y el andar del gato sobre mi techo,
solo, cansado, husmeando las macetas
como buscando lo secretos de mi patio mojado...

Camila es el espejo donde me miro, y me veo,
viejo, viviendo por ella,
Camila es el detenerse, el dar la vuelta y despedirse,
el continuar el viaje arrastrando los años.

Sigo siendo debilucho.
Sigo siendo descalzo, único, niño...
Sigo añorando la madrugada y la estrella,
ahora sin ventana, ni gallos ni gatos desolados...
pero atraviezo la puerta y dejo la llave puesta.
Camila me espera,
y yo muero por ella.

julio 11, 2008

El conejo


Responde. ¿Con qué animal te identificas? Ahora responde, ¿qué animal te gustaría ser? Y por último, ¿qué animal personifica tu mayor defecto?

1. El mono. Tiene muchas características que encuentro en mi personalidad.
2. El gato. Por un antiguo deseo de la niñez: caminar entre los muros de las casas durante la madrugada para verlas por dentro.
¿Qué animal personifica mi mayor defecto? (silencio).
No lo sabía hasta la semana pasada.

Estaba en el paradero esperando la combi para volver a mi casa. Llegó. Dos señoras mayores se adelantaron y subieron primero; yo, como era lógico, dejé que se acomodaran con paciencia en atención a su edad y esperé en la acera. El semáforo cambió a verde de pronto. El cobrador entonces comenzó a apurar a las señoras. Yo subí de inmediato tratando de cogerme del pasamanos. La combi comenzó a avanzar. El cobrador insistió en que subiera pronto empujándome por la espalda cuando yo tenía un pie dentro del auto y otro colgando en el aire.
Enojado, me quedé parado en la puerta impidiendo que el cobrador suba detrás de mí, mientras la combi avanzaba consiguiendo velocidad. El cobrador protestó.

-¿Por qué me empujas? -grité.
-Suba rápido, ¿no ve que estamos avanzando? -contestó el cobrador.
-¿Y por qué avanzas? ¡Mientras yo no haya terminado de subir tú no avanzas! -grité encolerizado.
-¿Por qué? -volvió a gritar el cobrador.
- ¡Porque es así!

Las señoras que estaban sentadas en los primeros asientos comenzaron a reclamarle al cobrador, al mismo tiempo que yo me acomodaba en un asiento vacío. El cobrador intentó defenderse pero no encontraba argumentos.
Fue en ese momento que recobré la calma. Miré al cobrador, a quien no había visto realmente, y descubrí que era un señor de avanzada edad. Reflexioné: ¿Cuántas veces he recibido un trato indigno de parte de los cobradores de combi? ¿Cuántas veces he dejado de protestar? ¿Cuántos cobradores no se han merecido realmente un grito de reclamo como el que acababa de proferir? ¿Cuántas veces me he callado cuando he debido exigir mis derechos o los derechos de lo demás? ¿Por qué si tengo el espíritu de lucha y de justicia, a veces, me detiene el miedo?

¿Qué animal personifica mi mayor defecto?
El conejo.

julio 10, 2008

Sobre los vuelos de Sara Gabriela


"Si yo fuera animal, sería una hermosa ave para vivir en los cielos"; "Yo creo que nací en las nubes".

Empiezo a entender que te gusta el cielo. Que te gusta volar. Que te gusta quedar suspendida. Que te gusta mirar todo desde arriba. Que te gusta caer...

¿Ves qué fácil es pasar de lo mágico a lo trágico? Lo he visto en algunas aves de rapiña, muy parecidas a quienes elegimos para que nos gobiernen. El poder te marea como las alturas. Pero tú no tienes alma de reina. Tienes espíritu de poeta, y los vuelos de poeta son como las nubes, en suspenso, llenas de ternura, flotando cadenciosas como inmenso elefantes blancos.

Yo prefiero ser como un cometa de papel (¿papalote le llamas tú?). Libre mientras alzo vuelo, pero atado a la tierra con un hilito delgado, invisible; en las manos de las personas que no me soltarían, soñando desde arriba, pensando en el descenso...

julio 08, 2008

Lima y Chagall

Estoy en la ciudad. No hay espacios tan grandes y revueltos como la Lima de mis amores. Lima confusa, interminable como ella sola.

Me verás cuando simplemente lo pienses y lo desees.

Camila ha soñado anoche que cantábamos. Lo sé. Me pateó.

Ayer entré a la página de Google y celebraban el nacimiento de Chagall. Recordé alguna canción de Silvio, y recordé que hay una pintura de Barcelona que no me diste; pero además, que tanto color y tanto trazo me hicieron extrañarte.

Almorzamos? Chifa, como siempre?

Yo también te quiero.