mayo 11, 2009

Janabeni

Escribí esta canción después de leer el testimonio de este poblador asháninca sobre la cosmovisión de su pueblo amazónico:

"Cuando el alma del muerto sale del cuerpo tiene que saltar, brincar, para pasar por el medio del fuego ardiente. Entonces, cuando pasa por este fuego ya está purificado. Luego sigue su camino hasta pasar a los espacios donde se ven las nubes (Menkoreenka). Más arriba de las nubes hay un espacio, tierra invisible para ellos, que se llama Janabeni. Allí va a vivir con los seres más buenos, tratables, llenos de cortesía, de respeto. Ahora sí vive tranquilo, goza tranquilo, todo goce es para él. Tiene su casa que nunca va a ser destruida, que nunca se va a podrir. Ahora vamos a contar qué pasa cuando mueren los que tienen relaciones sexuales con su familia cerca, que matan a sus paisanos, que roban a sus paisanos, que mienten, engañan, desobedecen. Cuando mueren, en su conciencia no pueden pasar este fuego ardiente ni tampoco ser aceptados donde están los seres más purificados. Entonces dan vuelta ahí mismo donde están sepultados. En ese sepulcro pueden tomar la forma de cualquier ave, de un añuje, de un venado… El venado de cuello largo es su alma. A veces, el perro de grandes ojos salientes y hocico torcido es el alma de un hombre que convivía con su hermana. Ahí dan vuelta, vuelta, vuelta. No sé cuánto tiempo van a existir, seguramente otros espíritus los matarán para que no aumenten. El espíritu de los tabaqueros también los mata. Si muere un animal, puede ser alma de ave, alma de venado, alma de ganado vacuno, no es necesario que su alma transite, ahí se pierde. Seguramente estamos aspirándole un poquito."

Eusebio Laos Ríos, poblador Asháninca.

Si quiero llegar (Janabeni)

Si quiero llegar he de brincar,
Y purificar el corazón
Seguir el camino entre una nube,
Y beber del agua que te da
Días que no acabarán jamás.

Mi casita no se va a podrir,
Y mi amigo será un buen señor;
no volveré a oler la oscura tierra,
ni el sabor amargo del dolor,
y dejarme muerto el corazón.

Si encuentro la muerte en mi camino
Pasaré entre el fuego hacia el calor del amor.

Si quieres llegar has de sufrir,
Tu alma ya no puede descansar;
En tu mente hay voces que te gritan,
Y en la bruma de tu soledad,
Algún animal por ti vendrá.

Gira y gira en tu mismo lugar,
Gira hasta que el cuerpo se te irá;
Serás como un perro de ojos turbios,
Y del barro al viento volarás,
Y los niños te respirarán.

Si encuentras la muerte en tu camino
No será más pena que el llorar sin final.

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