Se presentaron ante Nerikom un búho y un perro sin pelo. Habían estado discutiendo por qué el búho y sus amigos dormían todo el día y no trabajaban, y querían saber para qué servían el día y la noche. Le preguntaron: “¿Qué se hace en el día y qué se hace en la noche?”. Nerikom contestó: “El búho quiere la noche porque es amigo de Luna y el perro es amigo de Sol, por eso el perro quiere el día. Al principio todo era luz; Sol y Luna vivían juntos, cara a cara, mirándose, queriéndose, Cielo y Viento les acompañaban porque todos ellos son los espíritus vigilantes que han estado allí desde siempre, desde que no había nada. Un día todos los animales del bosque del Syr a run le dijeron al Dios TerSus que estaban muy cansados, porque todo el día trabajaban buscando alimento y escarbando la tierra, educando a sus crías y protegiendo a sus grupos, pero nunca podían descansar. TerSus creó la noche para que los animales pudieran descansar, pero necesitaba que uno de los espíritus vigilara
El búho y el perro sin pelo quedaron satisfechos con la explicación de Nerikom, pero él continuó diciendo: “Ocurrió otro problema después. Los animales estaban contentos, pero Sol y Luna seguían tristes porque ahora vivían separados y ya no se podían ver. TerSus sintió compasión de ellos y les dio permiso para encontrarse cada cierto tiempo, a la vista de todos nosotros, acompañados siempre de Cielo y Viento”.
Nerikom aún estaba hablando cuando Syabem lo interrumpió. Le dijo: “Nan yregle”, que quiere decir “alguien te busca”. Era Apolem y sus hermanas garzas blancas. Habían venido para llevarlo de regreso donde los lobos marinos: TerSus había ordenado. Syabem despidió a Nerikom, y él subió a las espaldas de Apolem y tocando su mullu, volaron hasta Cielo dejando la isla de Ykun’ablit.
Fragmento del Libro "Leyendas del AkbyllGer"
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